jueves, 10 de febrero de 2011

Al sur.

Por suerte este año me fui de nuevo a Madryn de vacas, obvio con mi familia la cual me dio la opción de quedarme aca en casa una semana solo. Pero no se por que nada se me compara con ir alla, tal vez la sensacion alcance niveles parecidos cuando ando por Palermo Soho o me tiro en Plaza Francia, y tambien podria agregar aquella vez que anduve por Barrio Parque.
Aunque esta vez el viaje, tanto de ida como de vuelta, se me hizo mucho mas largo que otras. No se si fue un poco el calor, que estaba cansado o que me molesta cuando estoy manejando que me digan "cuidado ahi, mira ahi, fijate el pozo, mira a la derecha, prendiste la luz?, te fijaste a donde hay que doblar?" y demas indicaciones que no son hechas con intenciones de molestar, pero a todo conductor les joden. Y cuando menos lo espero, un par de curvas y se aparece primero el mar (muy azul), de a poco los muelles y al final, para componer un completo paisaje; la imagen panoramica de gran parte de la ciudad.
Llegar al Boulevard Brown que bordea la costa (nunca me canso de caminarlo de punta a punta), pasar Vernardino, Joaquina, casas hermosas, Sotavento, los medanos, y sobre el final empezar una trepada hasta llegar al Indio y de ahi tener una vista de toda la ciudad y el mar.
Disfrutar del febo sobre el golfo, la tranquilidad del mar y renegar contra el viento por un par de dias. Y al momento de partir añoro ya volver.
Cuesta despegar la vista de todo eso, sacar mi cuerpo de ahi es intentar que se divorcie de mi alma, aunque se que hay una parte de mi que siempre queda alli.

Madryn owes the charmer under me.